jueves, 13 de agosto de 2015

La otra nueva "yo"

No tengo idea del porqué para comenzar con esto de nuevo; ¿hacer un seguimiento de esta vida y sus fases? ¿Las ganas de una yo futura orgullosa que rememore sus pasadas incertidumbres? ¿Gente que diga: vaya, ella pasó por esto... Y a todo eso, ¿por qué no estoy escribiendo mi historia de fantasía que he dejado abandonadita unas semanas? ¿Por qué ser egoísta y hablar sobre mí sabiendo que no irá a ninguna parte? Ni idea.

Ilusión ante la idea de continuar el blog en pequeñas entradas y tratar de varios temas es mi plan actualmente. Sin embargo, siempre me excedo... Pero hey, me apasiona escribir pese a que sea mucho más sencillo crear los párrafos en la mente, pues al fin y al cabo no es lo mismo cuando lo plasmas. Expresarse es complicado.

Sé por qué estoy aquí (en esta página, me refiero) y los recuerdos de una persona me obligaron a investigar otra vez redes sociales de ella. No hay duda, lo que ella dijo lo habré dicho yo también. Tan similares que hablar a cada hora pese a la distancia se sentía increíblemente bien; la alegría de las etapas oscuras. Puede que soñase situaciones con esta amiga gemela que jamás llegaron a cumplirse.
Hace no mucho, después de haber "cortado la comunicación" durante meses, estando yo misma en Barcelona le escribo. Quizá no soy buena con las palabras mas deseaba que le llegase aquel mensaje de "positivismo" de mi parte. Eso supuso un bloqueo y un adiós infinito. Lloraba como idiota en la estación de metro ocultando las lágrimas. ¿Sabes? Mucha gente vino y se fue (compañeros de escuela y escasos amigos de infancia) y poco me importó. Entonces, ¿cuál es el motivo de que esto duela de tal forma? Maldita enfermedad que te auto.destruye desde dentro...
Ahora miro sus fotos y pienso que son realmente buenas, al igual que lo que escribía. ¿Por qué acabó de esta manera? ¿Sigues viva aún o queda algo de ti en ese cuerpo?

Espero encontrar a alguien más, porque sería extraño no hacerlo, ¿no?

Soy Paula, ya mayor de edad, ya a punto de comenzar la universidad (Bellas Artes si es posible), ya cumplí el sueño de visitar Japón, algo tan idílico (ignorando el plazo de la matrícula de la universidad, porque el presente era lo único que me importaba y disfrutaba), ya dejé de ir a clases de guitarra y japonés (pero por mi cuenta sigo a duras penas), incluso me apunté a un gimnasio meses pasados y trabajé duro, ya superé la ansiedad, depresión, anorexia y bulimia (proceso horripilante aunque dicen que mucho más rápido que la mayoría de los que padecen esto). En este verano, y espero que para siempre, me dedico a aportarle todo lo posible a los perritos del albergue como voluntaria, ya que esos animalitos nunca jamás te repudiarán y son felices con tan poquito, que me llena (ah, y tengo un perro nuevo adoptado de allí).

De todo eso desearía hablar, con lenguaje fácil y nada de textos come-cerebros.
Sé que este giro tan enorme me transformó para mejor, y contemplar el cambio me asombra profundamente, Por ejemplo, leyendo diarios de esa época en las que me quería morir y no podía morder un pan por miedo, llorando asfixiada, o comerme la despensa entera e ir a comprar al supermercado para pegarme atracones bestiales el día entero. Me parece raro y ahora puedo relajarme sin ansiedad, achuchar perritos y salir agradecida con mi familia mucho más unida, sin preocupaciones.
Posiblemente mi cabeza ha mutado en muchas ocasiones, y temo que lo psicológico vuelva a atacar siendo alguien tan obsesiva que piensa tanto, loca en un manicomio. Pero no, en estos instantes resulta irreal y así pretendo seguir; de verdad estoy segura de ello.

Fin fin fin~