the GazettE, un nombre muy peculiar que se escribe de una
extraña forma y que alberga un significado poco profundo. Aún me cuesta
asimilar que esas criaturas sean humanas. Su belleza es innegable, y su forma
de crear hermosa música mediante instrumentos comunes o su interpretación en el
escenario, en la que parecen poner su alma en cada movimiento los hace parecer
lejanos a esta raza burda. Sin embargo, respiran, comen y cumplen con las necesidades
básicas de uno.
Seré breve al explicar la forma en la que llegué hasta
ellos; hace casi dos años, escuché el
segundo opening de esa aclamado anime llamado "Kuroshitsuji", el cual
me gustó, por lo que indagué más en el grupo, y así descubrí el visual kei, ese
género en el que la estética llega a ser realmente importante en los
individuos. Reita fue quien primero me llamó la atención, con su extraño
trapito cubriendo su nariz, como un sello personal que lo representa; pero he
de admitir que mis ojos se posaron en el bonito guitarrista principal, y desde
entonces ha sido así.
En septiembre los veré, y admito que soy incapaz de asimilar
eso aún. Puedo decirlo con suma tranquilidad, mas mis palabras no llegan a ser
más que sueños para mi cerebro incrédulo. Supongo que, cuando esté haciendo mis
maletas (o no, ya que el viaje no incluye el equipaje al ser Low Cost), o
dentro del avión surcando los cielos, seré capaz de percatarme de que en
realidad aquello está ocurriendo; de pellizcarme y no despertar de esa nube que
me envolverá. Hasta entonces, permaneceré inalterable.
Llegar hasta aquí no ha sido sencillo. Los planes que había
ideado no salieron tal y como los había imaginado. Hace meses me enteré de la
noticia; el famoso grupo japonés haría un tour mundial después de seis año sin
haber salido de esa islita en la que los habían mantenido encerrados. Sabía que
no vendrían a mi país, pero aun así lo intenté con el lugar más cercano
(Toulouse, Francia). La respuesta inmediata de mis padres fue un
"no", y yo lo comprendí, ya que la situación económica no es para
nada favorable, pero no me rendí. Después de insistir y ahorrar con cosas como
colaborar en algunas tareas del hogar, empezaron a considerar la idea.
Todo se lo agradezco a ellos, mis padres.
Primeramente el día en el que salieron las entradas a la venta, estaba en clases, y ese día fui incapaz de concentrarme en algo, pensando que se agotarían y me quedaría sin uno de esos papelitos. Afortunadamente al apenas llegar a casa me hice con una VIP, siendo esta la penúltima que había. Fue pagada con el dinero que ese mismo día mi madre consiguió al vender algunas cositas de oro, ya que en ese momento mis ahorros no eran suficientes.
Decidí entonces buscar vuelos económicos a Barcelona, encontrado uno que parecía asequible en comparación con el resto. Metí la pata. En lugar de "Tenerife - Barcelona", era al revés. Lloré y lloré sintiéndome estúpida. Luego ese viaje fue cambiado por otro, pero aún no han reembolsado el dinero, por lo que la pérdida ha sido obvia. Me siento culpable. De todos modos, ellos no me reprocharon nada. Ya había una cosa menos de la que encargarse.
Decidí entonces buscar vuelos económicos a Barcelona, encontrado uno que parecía asequible en comparación con el resto. Metí la pata. En lugar de "Tenerife - Barcelona", era al revés. Lloré y lloré sintiéndome estúpida. Luego ese viaje fue cambiado por otro, pero aún no han reembolsado el dinero, por lo que la pérdida ha sido obvia. Me siento culpable. De todos modos, ellos no me reprocharon nada. Ya había una cosa menos de la que encargarse.
Tocaba entonces el tema del traslado hasta Francia, el cual
fue solucionado gracias a la organización por parte del foro oficial español
del grupo. Iré en un bus que ha sido reservado para la ocasión, embarcándome en
ese automóvil llena de gente con la que espero entablar una conversación,
aunque sé que esto me costará bastante a causa de mi timidez. Conoceré a muchas personas con las que me he
mantenido en contacto por medio de Twitter o Tuenti, y fantaseo con imaginar
cómo será ese momento. Pienso en lo difícil que será aparentar no saber quiénes
son, ya que mi madre, quien me acompañará, se pondría histérica por el tema de
relacionarse por Internet.
Todavía no tengo idea sobre en dónde me alojaré, tanto en
Barcelona o en Francia, aunque uno de mis sueños siempre ha sido hacer cola en
la noche. Varias cosas siguen siendo inciertas.
Cierro los ojos y temo ser aplastada por esa sensación que probablemente
experimente después de terminar el concierto. "¿Qué hago ahora? ¿A qué
debo esperar? ¿A qué ilusión tengo que aferrarme?" Parecerá un instante efímero
que acabará pronto, y regresaré a la aburrida monotonía, con esa "depresión
post-concierto" tan común en casos como este. Me despediré de todo y de
todos, y esa burbujita de fe y seguridad será explotada. Pero trataré de no pensar
en esto. Disfrutaré al máximo lo poquito que dure.
Me prometí hacer algo ridículo y tonto si conseguía ir a
este concierto, pero no sé qué puedo hacer aún. Al mismo tiempo mi mente piensa
en un pequeño detalle que pueda ofrecerle a esos hombres que pueden tener cualquier
cosa que deseen. (Alguna sugerencia para ambas cuestiones serían apreciadas por
mí.)
Debo comentar, además, el infortunio que ocurrió con ese
festival ruso que retransmitieron vía Youtube (a excepción de la actuación de
the GazettE). Nadie sabía esto que está entre paréntesis, y esperamos emocionados
a que nuestras estrellitas salieran a escena. Pero jamás hubo un link que nos
lo permitiera.
Insultos, mensajes de odio hacia la PSC y algunas risas
fueron los resultados de esto, llegando a ser TT en Twitter. Yo me lo tomé a
broma, leyendo los entretenidos tweets que lograron causarme las risas de ese
día. Mi TL estaba repleta de la etiqueta #theGazettEKUBANA junto a frasecitas.
Supongo que con las capturas de los fans y esas fotos en el aeropuerto, en las
que esos perfectos seres de ojos rasgados aparecían libres de maquillaje, me
conformo.
Sin motivo alguno siento algo revolverse en mi estómago,
otorgándome algunos minutos de felicidad al pensar en un futuro no muy lejano.
PD: Si habéis leído hasta aquí, gracias.