Viajemos atrás en el tiempo. Volvamos al caluroso verano del 2010. Lo primero que veo es una niña infeliz. Una niña que no se acepta a sí misma, que da todo por perdido a pesar de haber vivido apenas 13 años. Una niña que se profesa un profundo asco y odio a sí misma y a todos los que la rodean. Esa niña busca el sentido de su vida, y es fácil hacerla estallar. Sus ojos responden inmediatamente ante cualquier situación.
Sus padres están preocupados. No comprenden el motivo de la infelicidad de su pequeña, a la cual han educado de forma correcta y han querido sin reparo. Su madre, preocupada, habla con la psicóloga del colegio. Esto no soluciona nada. No sabe ya qué más hacer.
La niña no encuentra una razón por la cual, para bien o para mal, pertenece a este gigantesco mundo. Nada le apasiona. Se siente inútil, inservible, un desecho.
Hay un compañero de clase que le llama la atención por primera vez, su mejor amigo. Pero ella se siente horrible, un monstruo. Los niños son crueles, y le dedican burlas. Acomplejada con su peso, decide contemplarlo en silencio.
Los meses transcurren y los días, monótonos, parecen repetirse sin descanso. Esa pequeña ilusión que tanto busca parece cada día más lejana.
Su familia le da la noticia de que su prima, la única que tiene y tendrá, esa que vive muy lejos, en un país americano llamado Venezuela, y que no ha visto desde hace largos años, vendrá a esa pequeña islita en ese tiempo de vacaciones. A la niña le resulta aquello indiferente, pero molesto,ya que deberá actuar como una persona alegre. Deberá mentir.
Malhumorada, es obligada a salir de casa y visitar los comunes lugares turísticos de Tenerife gracias a la reciente llegada de ella. La niña detesta salir por esa puerta que separa su hogar del mundo real. Ahora ella llora en secreto.
Un día como otro cualquiera, su prima comparte sus gustos. Le cuenta que su género favorito de música es el rock. Ella, ignorante, piensa que aquella música infernal no puede transmitir nada, que es escuchada solo por emos y sus mensajes son suicidas. Que equivocada estaba.
Le recomienda varios grupos, y resulta que aquello no era tan malo como pensaba. Entonces, abre una pestañita de youtube y escribe en el buscador el nombre tan extraño de esa banda; "My Chemical Romance"Escucha "Teenagers", "Desolation Row", "Famous Last Words", "Helena" etc. De pronto, la adrenalina corre por sus venas, y descubre lo que realmente podía catalogar como música. Se enamora perdidamente de ellos. No tarda mucho en recopilar su discografía en vídeos con subtítulos en español, puesto que en ese entonces, sus conocimientos de aquel idioma eran básicos. Sentía algo extraño y reconfortante en el pecho al llegara sus oídos cada nota de sus canciones. Al ver el vídeo "I'm notokay", se identifica en cada frase e imagen de este.
Sonrió. No era la única. Alguien al fin la comprendía.
Descubre además, que esas personas que se escondían tras aquel nombre eran reales. Tenían sus problemas, como cualquier persona normal. Algunos de ellos superaron grandes obstáculos. Gerard venció el alcoholismo, dejó los antidepresivos, afirmó que la banda había salvado su vida en dos ocasiones. Igual para su hermano, Mikey, quien era bipolar. Eran simplemente cuatro chicos que lograron sus sueños. Ahora eran hombres adultos, casados, quienes habían formado su propia familia.
Piensa que quizá ella tendrá alguna oportunidad.
Esos seres humanos eran bondadosos, transmitían consejos y esperanzadoras palabras a sus fans; "Keep the faith" (mantén la fé),"stay beautiful, keep it ugly" (sé bonito, mantente feo), "be yourself", believe in yourself" (sé tu mismo, cree en ti mismo) y muchos otros mensajes que la ayudaron a quererse, aceptarse y seguir adelante, a hacer florecer una nueva esperanza.
En una ocasión, encuentra un inusual vídeo en el que el cantante, Gerard, abraza y besa a una chica. Esa chica no resultó ser otro que Frank, el pequeño guitarrista. Sorprendida, está algo confusa. La gente veía a los homosexuales/bisexuales de forma discriminatoria, y ella, que vivía en la misma sociedad, no pudo evitar ver aquello como algo extraño. Tiempo después, dejó de pensar de esa manera, y creyó firmemente en los "homophobia is gay" de Frank Iero. Entendió que era algo completamente normal.
Ahora feliz, regresaba de la escuela, impaciente por enterarse de recientes noticias de esa banda que había cambiado su vida. Una alegría inmensa la abordaba cada vez que algún comentario o foto suya llegaba hasta ella. Dejó de ser la niña marginada y cohibida. Ahora pasaba las 24 horas deldía hablando de ellos, escuchándolos, viéndolos. Sus compañeros de clase ya estaban hartos de sus historias, pero a ella eso no le importaba.
Decidió arreglarse, quererse aunque sea un poco."Gerard también estaba gordo", pensaba.
Desarrolló su amor por el arte. Dibujó, dibujó y dibujó como cuando era pequeña. Decenas de dibujos surgieron. Todos tenían que ver con ellos. Realmente no se le daba tan mal eso del dibujo, y pasaba horas con un lápiz en mano manchando los blancos folios. "Gerard dibuja mejor que yo, aunque es normal, porque es mayor y estudió artes, pero algún día lo superaré" se decía.
Tomó su vieja guitarra cubierta de polvo, esa que no había tocado desde hacía años. Acarició las cuerdas, sin saber muy bien cómo hacer sonar una melodía. Se apuntó a clases de guitarra. Se aficionó a ese instrumento. Soñó con formar un grupo como aquel.
Le daba rabia ser incapaz de comprender el significado delas canciones de sus ídolos. Apenas captaba una que otra palabra. Quería hablar con ellos, y si ella no era capaz de entender inglés no podría. Decidió entrar a una academia de inglés, y poco a poco mejoró, hasta estar en un curso elevado para adultos. Se sentía bien consigo misma.
Otro día se aburría en la sala de audiovisuales de su colegio. Como consecuencia, tomó una gastada libreta y dejó volar su imaginación, creando una historia que tenía a los miembros de su grupo favorito como protagonistas. A partir de ahí, se percató de que escribir era algo que siempre le había gustado, y se propuso desarrollar tal habilidad.
Ahora en sus ratos libres se dedicaba a estas actividades.
Era capaz de recitar la vida de aquellas personitas que eran tan importantes para ella de memoria, y tardar horas en ello. Mientras lo hacía tenía un curioso brillo en los ojos, como si estuviese contando lo más importante del mundo.
Ya no lloraba. Solo reía.
Por supuesto, habían momentos en los que una que otra espineta se clavaba en su corazón, pero estas desaparecían, al igual que sus preocupaciones, cuando los escuchaba a ellos.
Un anuncio de una supuesta gira mundial la hizo levantarsede su asiento y corretear ilusionada. "¡Vendrán a España!" A la península, claro estaba. Sin embargo, ella estaba segura de que iría, y así fue. Fue reuniendo algo de dinero durante meses, y trató de convencer a sus padres con esmero. No era tarea sencilla, pero lo logró. Viajó hasta Barcelona con su madre en un tedioso viaje que hacía trasbordo en Sevilla. Allí, se instaló en la casa de su tío, el cual trabajaba como policía. No consiguió llevar a cabo la idea de dormir en la fila del concierto.
A primera hora de la mañana estaba inmensamente nerviosa. Llevaba unos vaqueros rojos en los que había escrito "Na" en cada pierna, unos guantes de esqueleto, unos botines rosados y una camiseta amarilla diseñada por ella, al más puro estilo "killjoy" (nombre que reciben los fans del grupo).
Quería llegar rápido, pero parecía ser la única preocupada por ello.
Al llegar al lugar del concierto existía ya una gran cola, pero no se desanimó. Esperó durante un largo rato.
El autobús de MCR apareció ante ella. No pudo verlo bien ya que se encontraba lejos de allí y todos los fans estaban pegados a las rejas cual lapas, intentando verles.
Más tarde pudo escuchar sus voces desde afuera. Estaban ensayando.
Seguía sin creer que estaba allí. Le resultaba irreal.
En la tarde/noche las puertas abrieron. Una jauría de personas se empujaban unas a otras, peleando por conseguir un mejor puesto.
Corrío, corrió hasta que su corazón parecía salírsele.Consiguió una segunda fila en el lado derecho, frente al sonriente Ray.
Primeramente, actuó el grupo que había sido contratado como teloneros, Lost Alone.
Luego los vio, a ellos. Parecieron verla. Los escuchó. Juró que se sentía como un sueño, un sueño del que no deseaba despertar. Sus pies dolían, pero ella saltaba. Los empujones y el olor corporal que desprendían todos esos cuerpos poco le importaban. Se encontraba en un estado de shock.Eran realmente bonitos. No podría describir aquello.
Esa fue su primera experiencia, y jamás podría llegar a olvidar ese 5 de marzo de 2011.
No todo fue color de rosas, ya que al día siguiente se enteró mediante Internet de que, al final del concierto, Frank firmó autógrafos. Ella ya se había ido. La "depresión post-concierto" la atacó. Se hizo a la idea de que tendría otra oportunidad. Algún día hablaría con ellos.
(Camiseta que diseñé y que no he lavado desde entonces)
(Entradas)
Setlist:
Esa segunda oportunidad llegó más pronto de lo que pensaba.Creyó que a ese festival no asistiría, pero lo logró. Con los billetes en mano embarcó junto con su madre en un vuelo que las llevaría hasta Madrid. Esta vez,se alojaron en un barato hotel en el centro de la ciudad.
Llevaba una camiseta que en el concierto anterior había comprado. Era una de las primeras de la cola, a pesar de no haber hecho noche allí. El ambiente de fans era palpable.
Pudo verles ensayar desde lejos. Podía observar una borrosa cabellera roja, y reconoció a Gerard. Claramente su voz podía ser escuchada, y gritó junto con los demás. Ese conocido sentimiento se apoderó de ella, y no pudo evitar soltar lágrimas de felicidad. Esto no era más que un plato entrante.
Le colocaron una pulsera que indicaba su minoría de edad, y horas después, de nuevo, las puertas de abrieron. Corrió como aquella vez,haciéndole caso omiso a sus rápidos latidos. Segunda fila, delante de Frank.
Muchos artistas dieron su concierto, siendo esto un festival. Conoció a Sum 41, y se embriagó de su buena música.
El calor era insoportable. Un hombre lanzaba botellitas de agua y mojaba con una larga manguera al público, intentado hacer aquello más llevadero.
Habló con un chico que ganó un concurso para conocer a MCR (ella no pudo participar debido a que cuando iba a hacerlo, el concurso había concluido minutos antes). Como si fuese la mayor cosa del mundo, tocó los autógrafos que había conseguido ese fan, ilusionada.
Todo comenzó, y cualquier dolencia que trece horas de pie con el sol deslumbrante quemando su piel hubiese podido ocasionar desapareció. Saltó,grito, disfrutó. Otro de los mejores momentos de su corta existencia. El 24 de junio del 2011.
Esta vez lo creyó. Descartó que hubiese sido un simple sueño. Esas personas se volvieron extrañamente cercanas, como si realmente la conociesen más que nadie.
Era feliz.
Entradas:
Pulsera de menor de edad.
Setlist:
Descubrió el anime y el manga a partir de ellos. Se interesó por la cultura oriental, y por el complicado pero bello lenguaje japonés. Escuchó música de grupos japoneses (el primero fue the GazettE), y se sorprendió. Era genial.
Su vida había mejorado notablemente.
Más tarde, ocurrió la desgracia de la muerte de su preciada perrita debido a una inyección que le aplicaron para apaciguar su dolor provocado por la letal leucemia, pero consiguió superarlo. Aún sigue pensandoen ella y no puede evitar que sus ojos se agüen.
Maduró. A raíz de todo eso se convirtió en una persona distinta.
En definitiva, esa niña de la que hablaba, era yo.
Ese grupo fue, es, y será, algo muy importante para mí.
Por ese motivo hoy estoy triste, con el corazón en un puño. Me he negado a creer que se terminará; se disolverán. Me han dado la fuerza que necesito para confiar en mí misma y afrontar el día a día, me han enseñado cosas de la vida. Sin embargo, me imagino qué pasará a partir de ahora. Vivir sin saber de nada ellos. Desaparecerán. Esas palabras de ánimo que parecen dedicarme con sus menajes, que me alegran siempre... Quedará su música, pero nada será lo mismo. Las locuras de Frank, las palabras de Gerard, el afro y la hermosa sonrisa de Ray, el serio semblante de Mikey y las bromas sobre él y los unicornios... Los extrañaré demasiado.
La gente no lo comprende. El hecho de que unas personas que ni siquiera conocen tu nombre sean tan importantes para ti. Pues lo son. Soy incapaz de expresar su importancia, porque me quedaría corta. No son un simple grupo más. Han salvado la vida de millones de personas, y a otras muchas las han ayudado de alguna u otra forma, como es mi caso.
No son cosas de la edad, como dicen mis padres. Apuesto a que existen fans adultos que se encuentran igual, o incluso peor que yo.
Hoy recibía la trágica noticia de su separación al ser despertada por mi hermana, anunciándome aquello. No la creí. Era cierto.
Lloré y lloré. Incluso ahora lo sigo haciendo, derramando gotitas sobre el teclado del portátil en el que escribo esto.
Como una masoquista, dediqué este día a rememorarlos, muriendo por dentro.
No quiero despedirme de ellos. No quiero que esto sea un adiós, sino un hasta pronto.
Solamente quiero deciros: "Gracias" Os dedico esa palabra de siete letras que para mí significa tanto.
Soy quien soy gracias a vosotros. NUNCA podré olvidaros. Sois parte de mi vida, y eso no cambiará jamás.
También agradezco al MCRmy. Recordad, somos un ejército que siempre permanecerá unido, ahora más que nunca.
No queda nada más que decir.
PD: una insignificante fan más a la que le habéis cambiado la vida.
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